Siempre son las circunstancias
Siempre son otras personas, menos tu misma.
Te necesito.
El viento comienza a soplar y arrastra cuchillas que atraviesan la fina piel sin piedad.
Te necesito.
El oleaje comenzó hace demasiado tiempo.
Las olas nos arrasan hacía el océano más oscuro.
Y te dejas ir...sin luchar.
Rebelate. Resiste. Respira.
Te necesito.
La llama se transformó en Incendio, la unión entre tormenta y volcán.
Nos apagamos tras la fusión y sólo quedó la lluvía de cenizas para representar la derrota de tu propio amor.
La tormenta no dejó de chillar, puesto que la pérdida de un ser amado es inevitable ocultar.
Grita, grita, grita...
Te necesito.
Nuestra tierra comenzó a temblar.
Perdiste él equilibrio y caíste en mitad del terremoto entre razón y corazón.
A pesar de que allá solo quedará rabia y confusión.
Hasta la nada más absoluta llegué a encontrar en tu interior.
Por qué eres nada?
Sientete alguien.
Te necesito. Te necesito.
Y te vas, te vas y cada día me dejas un poco más.
Lo que queda de tí, es lo poco que queda de mi y viceversa.
Simplemente, te necesito.
Recuerda el camino.
Recuerda que yo, siempre seré tu hogar.
