Gracias por tener la bondad, por alejar rápido la rabia y el rencor.
Gracias por volver a casa. Gracias por no dejarme perderme.
Gracias por dejarme sonreír como siempre.
Gracias por dejarme sentir amor y solo amor.
Cuando tropecemos, sonriamos por la marca que nos dejó la caída, y seguiremos caminando.
Sé que nada volverá a ser lo mismo, pero puede que acabe siendo mucho mejor.
Tenemos que seguir el viaje.
Hay que vivir!.
Buen viaje compañera!.
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