No sé como se llama a que no te traten como si fueras humano.
Ya no mujer u hombre.
Humano.
Cuando no importa quien eres, que sientes, que piensas o en que crees.
Y luego después de que nada de eso parezca importar...
Esa misma persona que te hace sentirte así, te dice que te ama.
Y el mundo explota ante tal osadía.
La poca vergüenza de mentirle al amor a la cara y pisotearlo con todas las fuerzas.
Siempre lo hace.
Y mi joven corazón se ahoga, se ahoga y solo necesita una dulce escapatoria.
No puede escapar ante eso.
La prisión constante de los recuerdos.
Nunca podrás huir de ellos.
Y ya no serás la misma nunca más.
Y por desgracia me ahogo.
Voy a empezar a alimentar al lobo inadecuado.
Se acabó ser la niña buena a la que toman por tonta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario