Desde pequeña, me gustaba oír que cada uno tiene derecho a elegir su vida,tomar sus decisiones y poder sentirse bien con ellas sin pensar que otras personas pudieran interferir. Me lo enseñó alguien que quise durante mucho, mucho tiempo y que a día de hoy aún recuerdo con cariño.
A medida que he ido creciendo y madurando, he descubierto que aquellas palabras son un sueño imposible para mi,ya que, cuando enlazas tu corazón a otra persona, dejas de poder escoger tu camino solo para ti, que si esa persona tuerce, tu también lo harás y que si esa persona te daña, sufrirás, si esa persona te abandona, te perderás y olvidarás por completo por donde estaba el camino.
Andarás por un sendero lleno de recuerdos, ilusiones y deseos que no se cumplieron y cada día que pase, te encontrarás con grandes árboles oscuros deseando atraparte entre sus raíces.
Rabia, Rencor, Odio y Venganza.
Quieren devorar tu corazón, quieren apagar todos los recuerdos con lo que conllevan y llenarlo de las mentiras y la traición.
Y cuando eso ocurre, sólo podrás acurrucarte y mirar el camino de esa persona, saber que esta bien y que continúa felizmente.
Mientras las raíces te arrastran a lo más oscuro y una mota de luz invadirá tu corazón.
Esperanza.
Tic- tac -tic -tac.
Hasta que alguien a duras penas comienza a cortar las raíces.
Aunque salgan mil más.
Lucha con fiereza.
Le dirás que no lo haga, que no puedes que no se desvíe de su camino por ti.
Qué se cansará! .
Pero él seguirá
Y agarraras tu corazón con fuerza, tanta que te hará gritar. Lo aplastaras sin piedad.
Y las raíces retrocederán.
Y ya no habrá nadie, puesto que la luz dejó de brillar.
Sólo hay sombras y tu serás una más.
Bienvenida al reino de las sombras pérdidas.